“Tomad mi Corazón”.
Venid a Mí os digo, porque dichosos son de tenerme, mas os digo: pidan para que siempre me tengáis en vuestros corazones porque sois tan volubles que ahorita me decís que me amáis y al rato me traicionan.
Tomad mi Corazón, dadme el vuestro, que así con el Mío os transformaréis y ya no seréis vosotros los que amaréis, sino Yo en vosotros.
Venid a Mí os digo y así como sois, porque si esperáis ser diferentes, o sea, santos por sí solos, jamás lo conseguiréis porque Yo sí os puedo dar esta santificación. Yo los conozco y sé hasta lo más profundo de vuestro corazón.
Yo les digo, dichoso será el que oyendo mi palabra la lleva a cabo, porque si no, en verdad será como aquél necio, que teniéndolo todo muere de hambre; como aquél que estando a un paso del pozo del agua que da vida muere de sed. Venid y Yo os llenaré de todo, para que vuestra nada Yo la llene.
Yo los bendigo y ved qué importante es obedecer al Vicario, al que me representa en la tierra. Haced oración por los míos, porque os digo con tristeza no le obedecen. ¡Ah! Si os dierais cuenta cuántos están haciendo su voluntad, no la mía, porque prefieren la comodidad; cuántos matrimonios me ofenden con los anticonceptivos; cuántos abortos; cuántos sacerdotes se casan ya sin el permiso y todo esto lo ha prohibido claramente mi Vicario y ¿quién lo oye?, ¿quién le hace caso?
Pues os digo, el mundo está sumergido en pecado mortal, es urgente que redoblen vuestra oración, que hagáis penitencia, porque muchas almas se van al abismo y vosotros no hacéis nada por ellas. Mi Corazón sufre y el de María, de ver que muchas almas se condenan por esta desobediencia.
Yo los bendigo y amo mucho.
1986 Junio 29, 8:00 PM.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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