miércoles, 12 de octubre de 2016

LIBRO 2 No. 17 AMOR DE JESÚS E INDIFERENCIA DEL HOMBRE

  
"Amor de Jesús e indiferencia del hombre".


 
 
Hijos amados: Heme aquí, en las puertas de vuestro corazón, llamando a vuestro amor, pidiéndoos posada a vosotros, este peregrino que jamás se ha cansado en andar mendigando vuestro amor. Soy Jesús, os digo quedamente a vuestros oídos. Deseo daros la luz, deseo haceros vibrar con las palpitaciones de Mi enamorado Corazón, porque os lo confieso ¡Os amo con un amor inigualable, jamás imaginado por vosotros!

Es un amor como una inmensa hoguera que desea abrasaros y consumiros. ¿Porqué rechazáis estas delicias? ¿Por qué las que las sienten se apartan? ¿Es acaso que no os basta sentiros amados por Jesús? El que posee el amor, el que en él sólo encontraréis el Amor Divino, el que ha entregado su sangre, su vida por cada uno de ustedes ¿Qué, teméis no ser dignos? Sabed que al dar Mi Vida y dar Mi Sangre sabía vuestras miserias, sabía que muchos me rechazarían.

¡He aquí Mi Amor! Que llega a la locura. Al ver que no sería aprovechado fue Mi agonía mayor, sentir este amor desaprovechado, ultrajado y abandonado, cambiado por el pecado y la traición. Si no me amáis porque no me conocéis, acercaos, entrad a Mi Corazón, que os descubriré como un enamorado las dulzuras de Mi Amante Corazón.

Si no me amáis porque os atraen más las cosas falsas y vanas, venid a conocer que aquí en Mi Corazón, todo es verdad y luz y vida eterna; No os engañéis, que la vida que tenéis es pasajera y la vida que Yo os doy es eterna.

Los amo conociendo a cada uno, porque Mi Amor penetra todo y para Mí nada está oculto. Si pensáis en ser buenos y santos para acercaros a Mí, perdéis el tiempo; Porque Yo os llenaré de todas las virtudes y si permanecéis lejos, jamás las obtendréis. ¡Acercaos ya a Mi Corazón que es panal de miel, que endulza las tristezas, que consuela, que fortalece y que en Mi encontraréis la vida!

Ya os lo dije: soy dueño absoluto de todo y deseo ser Rey de vuestros corazones, ¡Dejadme entrar, no me lo impidáis! Conoced Mi Amor y ya no podréis vivir lejos de este amor. Mi madre lo conoció desde el momento de su encarnación, desde el vientre de su madre, porque ella estaba predestinada a vivir en este amor.

Vosotros sois herederos de este corazón, que es amor y sólo por el amor, vosotros llegaréis a conocerle y vivir en este Divino Amor, que sólo espera el SÍ de vuestro corazón. ¡Qué mayor prueba de amor y humildad os he dado, entrando en la Eucaristía por cada uno de los que me reciben! ; Yo entro lleno de alegría y fuego y ¿Qué me encuentro? Que algunos corazones están tibios, indiferentes. Yo trato de incendiarlos; en algunos llega a encender la hoguera, mas en otros ¡oh dolor!, no encuentro una sola chispa de amor y sufro porque me recibieron por compromiso, por cumplir, sin pensar que a Mí me recibían. Y ¡cuántos de aquellos que tuvieron grande hoguera, sólo de Mi Amor halla cenizas de aquel fuego que dejaron que se extinguiera!

¿Veis cómo os descubro mis secretos? ¿Veis que son pocos los que sostienen el fuego?, La perseverancia les cuesta trabajo y terminan olvidando y apagando aquello que era toda una llama ardiente y fogosa. Sed sinceros y pensad que Yo os doy Mi fuego; mas deseo que vosotros con amor, fe, caridad lo alimentéis, que os deis cuenta que amando a vuestros hermanos, aun los viciosos, pobres y andrajosos, a Mí me estáis amando y que daréis más fuego a esta hoguera que está encendida en vuestros corazones y que es como el fuego de Mi Amante Corazón.

14 de febrero de 1978, 8:30 p.m.

Del Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor