“No juzguen para que no sean juzgados”.
“Jesús”, yo le dije, “la victoria es tuya”, y Jesús me contestó:
Sí, es mía, mas tú participas de ella con tú cooperación, porque Yo ardo en deseos de que mi triunfo sea en todos; mas no todos cooperan a esta gracia, porque Yo di la vida para que sean santos todos; mas, qué pocos la desean, los lugares en el Cielo se quedan vacíos porque no los aceptaron aquellos que teniendo todo para ser santos no quisieron.
El hombre es necio, duro, y fácil cambia lo eterno por lo pasajero, aún teniendo grandes pruebas de mi Amor prefiere el amor humano, las pasiones bajas, los aplausos, el ruido del mundo, lo que no tiene nada para su alma.
El hombre es el ser más ingrato de la creación, porque siendo hecho a imagen y semejanza de Dios, afea este honor, porque se deja arrastrar por lo que no es para mi gloria y prefiere la falsedad que le brinda el mundo, porque el enemigo le presenta todo más fácil y más a gusto, sin pasar sacrificios, ni ven cuántos pierden lo que Yo conquisté con mi vida y mi sangre.
Qué dolor siente mi Corazón de ver la soberbia, de ver la malicia, cuántos dicen que me aman, cuántos se dicen míos y de ellos es de los que más traiciones recibe mi Corazón. Hijita, si tú me amas, tienes que pasar traiciones, tienes que pasar amarguras y difamaciones, como Yo los pasé.
Pide por todos los que sirviendo de enemigos te llenan de gloria ante mis ojos, haz oración, sí, por todos, porque siguen viendo la paja en los ojos ajenos, sin ver la viga en los propios. Olvidan que les he dicho: no juzguen para que no sean juzgados, porque el que levante la lengua en contra de su hermano ya está por sí siendo juzgado.
Yo os he dicho amaos como Yo os amo, no seáis vosotros jueces, eso déjenmelo a mí, porque Yo sí juzgo con justicia divina, no como vosotros lo hacéis como humanos.
Si el que juzga de adúltero a su hermano por la malicia, Yo os digo: nadie dará cuenta ante Mí por otro. En verdad os digo: aquél que juzga con malicia a sus hermanos, de lo que él acusara será juzgado, más os vale callar y ser prudentes, no sea que al que juzgáis esté ante Mí lleno de gracia justificado y estando por vosotros difamado, su gloria sea más grande.
Cuando vosotros veáis el día del juicio os sorprenderá ver que aquellos que ante vuestros ojos humanos estaban ya condenados, están en los primeros lugares de mi Reino.
Yo sólo les digo, amaos como Yo los amo. María es vuestro ejemplo y vuestra guía.
Día de San Luis Gonzaga
1986 Junio 21, 4:00 PM.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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