“Abandono”.
Hijitos el abandono es
desaparecer, es confiar, es estar ciertos, saben que el arquitecto, el escultor,
siempre buscará el levantar algo desde los cimientos, desde la nada. El escultor
escoge un material accesible, con el cual se podrá plasmar la forma de alguien o
de algo. Si el material no se presta, no se logrará lo que él tenía en mente
realizar.
Por esto hijitos, este abandono
en las almas, para que sean santos, tienen que parecerse al que los modela y
este arquitecto y este escultor soy Yo, el cual trata siempre de que se parezcan
en el Amor y ¿ Cómo lograr esto, cuando esa alma no se somete, sobre todo que no
confía, todo su ser material como espiritual?
Muchos dicen que me aman y dicen
amar a sus hermanos y no los aman con Mi Amor, sino que lo hacen como los
humanos, sin darse por completo y desean, dicen muchos, ser santos a su manera,
sin cargar su cruz, ni siguiendo mis pasos, por eso están lejos de ser santos,
Yo los deseo santificar primero: negándose a sí mismos, dejándose conducir por
Mí.
Yo le he dejado la libertad,
porque no deseo que ninguno se sienta forzado, que todo sea convencidos y por
amor, con alegría.
El abandono es hacerse pequeño,
como niños que saben que su padre los ama y cuida, que ese Padre sólo vuestro
bien desea, que ese Padre es su Creador, que ese Padre los tiene en su mente
desde la eternidad, que ese Padre pronunció su nombre desde antes que existieran
todas las cosas creadas en el infinito, antes de los astros, antes de lo que
contemplan sus ojos en el cielo, en la tierra y en el mar, con todos los
ángeles, tronos y dominaciones, Yo ya los conocía.
Por eso Yo les digo que el que en
Mí confía, nada le falta, nada le puede asustar.
Por eso Yo les digo abandónense
como el más pequeño de todos para que viendo Yo esa pequeñez los tome, los
estreche en Mi Corazón.
Saben por esto que el que recibe
a uno de estos pequeños en Mi Nombre, a Mi me recibe, no sólo a los pequeños de
tamaño, sino también a los pobres, a los enfermos a los tristes, a los que no
conocen Mi Amor, a los que no saben que Yo existo, a los drogados, prostitutas y
a los criminales, a todos aquellos que están faltos del conocimiento de Mi
Amor.
Yo les pido ese abandono, esa fe,
esa vida de entrega total, para que Yo los transforme, los santifique y por ese
abandono sean semejantes a Mi Corazón.
María es ese ejemplo en amar Mi
Voluntad.
3 de Julio de 1999, 7:05 p.m.
Sagrado Corazón de Jesús
¡Bendito el Señor, en su sacratisimo corazon de misericordia!
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