LA SANTIDAD
Hablar de la Santidad, es hablar
de lo que es vuestro Padre Celestial. ¡Cuantas veces os he invitado a esta
perfección!, pensar que si no lo pudierais, no lo pediría. Porque en verdad Yo
os digo: para ser Santos os he dado la vida, venid a Mi todos los atribulados,
los cansados, los desolados, los tristes y afligidos, los enfermos, que Yo
tomaré vuestro yugo, mas os digo, todo esto lo permito para vuestra
santificación.
Yo se que sois humanos y en
verdad Yo les aseguro que como Padre Amoroso y Bueno, no os trato como merecen.
¿Qué os detiene para venir a mí?.
Cuantas cosas ponen de antemano,
como si vuestro deseo estuviera del otro lado del río, y caminaran contra la
corriente, que os dejáis arrastrar al lado contrario, sin pensar que a Mí me
tienen.
El que a Mi me tiene nada teme y
nada le faltará, porque Yo lo Soy todo; el que duda cae y tropieza, por esto os
sucede todo esto, hombres de poca fe.
Sois Míos y si lo sois, nada os
debe espantar y con la seguridad propia de aquél que está cierto de depender de
Mi que todo lo puedo, no estaríais angustiados, ni tristes. Yo Soy la Vida y la
Vida de Amor de Felicidad. ¿Queréis ser Santos? Que nada os detenga para llegar
a serlo. El reto es grande, mas mayor es la victoria.
Yo los invito constantemente a
esta Santidad, todos los días os doy la oportunidad para que alcancen méritos
para esa Santidad y cuantos los desperdician y los ignoran o le huyen, porque
creen que no soportarán y no se dan cuenta que Yo estoy a vuestro lado y que por
si solos no lo lograrán.
Dejen que Yo los Santifique a Mi
manera, tenéis a María, los ángeles y santos y sobre todo los Sacramentos para
llegar a esa Santidad, por la cual os di la vida.
Sagrado Corazón de
Jesús
17 de Febrero de 1996.
Siervos del Divino
Amor
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