“Soy tuyo, no lo olvides”.
Como Yo lo he hecho contigo, no voltees para atrás.
Ve y contémplame hoy en este día con lo que te ofrezco en él, no veas el mañana, que baste el hoy, pues deseo lo vivas intensamente unida a mi amor.
Soy tuyo, no lo olvides, y tú eres mía.
El que tiene amor en su corazón, lo tiene todo, nada le falta, es feliz y esa felicidad es verdadera porque el amor soy Yo.
María, mi Madre, es la Madre del amor hermoso y Ella te conduce suavemente a este amor.
Deseo tu entrega total. Puede una alma tener pues el amor, en sí, es tenerme a mí.
¿Qué no ves las flores, no hueles el perfume? ¿Qué no ves las aves y el trinar de ellas, el sol, la luna y estrellas? Pues todo esto te dice de mi Amor.
Soy tuyo, como tú lo eres mía. Pues el amor es sublime y une esa alma a mi Amor en forma más profunda.
No te arrepientas nunca de amar, de dar amor y de ser amada en mi nombre, pues si Yo he sido el que pone este amor puro, porque es el mío, mismo el que ejercitas, porque el amor es lo más hermoso que pueden dar.
1994
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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