miércoles, 3 de octubre de 2012

LIBRO 2 No. 49 QUE SEA NUESTRO HOGAR UNA ANTESALA DEL CIELO

 

“Que sea nuestro Hogar una antesala del Cielo”.

 

SAGRADA FAMILIA CON EL PADRE Y SPIRITU SANTO

 

Hablar de las gracias que se recibirán al tener la bendición de Dios, estas bendiciones no sólo las reciben ellos, los que se acercan a Dios, sino es para sus hijos y demás familiares, porque cuando alguno de la familia esta en pecado mortal afecta a todos sus parientes, sus hijos, sus padres y familiares y a la comunidad que pertenecen y así se impide que caigan sobre ellos la lluvia de gracias y bendiciones que Dios desea obtengan todos para que así sean santificados.

Estas gracias no recibidas, impiden a los esposos que puedan ver la luz cuando tienen problemas temporales y espirituales, no podrán con facilidad dar solución a ellos porque les falta la luz divina, la gracia, o sea, no tener la amistad de Dios.

Aquellos que ya tienen el sacramento verán mejor la luz para resolver sus problemas y sus penas que tengan lo llevarán con paciencia, con alegría incluso, porque están unidos a Jesús, porque un hogar cristiano tendrá  la bendición de Dios y será un reflejo para las sociedades y hermanos.

Un ejemplo así, como debe ser para cada uno de nosotros en las familias cristianas es la Sagrada Familia, compuesta por José, Jesús y María. Esa unidad que da gloria a Dios, ese entenderse, ese comprenderse ayudándose mutuamente en ese camino que unidos recorrerán.

Que sea vuestro hogar una antesala del cielo con vuestro comportamiento y modo de vivir que, dejando que reine Jesús, María, José, seáis almas que atraigan con vuestra vida de amor, de paz, a todos los demás al Corazón de Jesús.

1983 Julio 3.

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor

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