ESPERANZA
Hijitos amados míos, dichosos
los que en su corazón está la esperanza, porque es necesaria para este camino de
perfección.
Saben bien que aquel que tiene
la fe de seguro tendrá la esperanza también, porque ésta le ayudará en el
sostenimiento y la fortaleza de seguir con esa firmeza en las pruebas y
acontecimientos que se les presentarán a lo largo del camino.
Yo les digo, en la vida humana
es necesario el esfuerzo en la perseverancia para llegar a la victoria que será
lograda gracias a la esperanza que sostuvo en ese deseo hasta el
final.
Cuando alguien se propone
alcanzar una meta trata de estar con esa esperanza presente y si decae esa
esperanza se desanima fácilmente y abandona aquello. En cambio si mantiene ese
arrojo en la esperanza, triunfa en aquello que se propuso alcanzar.
Pues así Yo les digo, en la vida
espiritual es aún más necesaria, porque el camino a seguir no es fácil, se
encontrarán con mayores dificultades que en lo material y aquí es diferente
porque si abandonan este camino de verdadera felicidad por otro que es falso
será la caída mayor, por esto muchos al comenzar están muy decididos y hasta
parece que son en verdad vencedores, mas cuando comienzan las pruebas por las
que tienen que atravesar, se desaniman y se alejan para ya no seguir, comienzan
a sentirse solos, sienten que les faltan fuerzas, se comienzan a decir ellos
mismos que ¿para qué? Que ellos no son para ser santos y siguen su camino y no
el Mío.
La esperanza Yo la mantuve
siempre en Mi Vida en el mundo, porque sabía que el camino sería darme a todos
por igual, sin distinción, para que por medio de Mi Vida encontraran la
salvación y en esa lucha, sin esperanza, no se triunfará.
María, Ella también la tiene y
ruega para que todos sean salvados y no sea inútil Mi Sangre y Vida para
ninguno.
Mi alegría la encontré en esa
esperanza de dar Mi Vida por cada uno de ustedes y así poder conquistar ese
cielo para todos.
Mi Padre celestial, con esa
esperanza me mandó al mundo para que conociéndome a El también lo amaran y así
con el Espíritu Santo se llega a esa unión verdadera, única en el Amor.
La esperanza es de todo aquél
que me ama y sigue mis pasos en la Cruz sin desfallecer, unidos a Mí para llegar
un día en este gozo de llegar al cielo prometido.
Yo les bendigo.
La esperanza dada para el
pecador, de ser perdonado era necesaria para todos aquellos que por las faltas
cometidas sienten que son indignos de ese perdón y Yo les digo sin esa esperanza
llegan a desconfiar de mi Misericordia, ¡que dolor siento al ver que les falta
esa esperanza para encontrar el perdón y así salvarse!.
Sagrado Corazón de
Jesús
29 de Septiembre de
1999
Siervos del Divino
Amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario