“Tu ama sin desear ser correspondida”.
"¡Oh Jesús!. ¿Por qué siento esa indiferencia en mis hermanos? ¿Por qué‚ siento vacío y vanos mis sufrimientos y siento esa frialdad que me desconcierta y que son inútiles mis anhelos hacia mis hermanos?".
Hija mía ¿Qué te puede importar ya a ti el amor humano? Tú ama sin desear ser correspondida, ama intensamente, sobre todo a aquél que te humilla, a aquél que quisieras que té correspondiera, aunque sea con una sonrisa.
Ama, ama mucho, como Mi Corazón ama. Recuerda que Yo al ser azotado, calumniado, abofeteado y crucificado, siempre amé y perdoné a mis verdugos y todo lo hice por amor, aún conociendo que muchos jamás me amarían.
Yo siempre amé y siempre os amaré, aún a mis peores enemigos. Yo les ofrecí mi vida, mi sangre para que con ella vivieran eternamente.
Fíjate que el amor más puro y verdadero es el que desea dar su vida por sus hermanos, no sólo los de casa, sino los que lo han traicionado. Es por eso que no hay mayor dicha que dar la vida por amor, morir por amor y con ese amor daréis gloria a mi Padre, que es amor y misericordia. Llénate de esto y esto no es solo para ti, sino para todos tus hermanos que sólo aman al que les corresponde. ¿Qué mérito podréis tener? Es por eso que os pido, uniros a Mi amante Corazón, que sólo sabe amar, amar siempre al bueno y al que me rechaza.
Sabes que tú nunca serás egoísta al dar amor, dalo con generosidad, con humildad, con ese desprendimiento, olvidándote de ti. Piensa en la gloria que me darás.
Yo te bendigo y mi Madre que ella es amor.
1978 Abril 27, 9:00 Horas.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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