“Yo soy como el sol”.
Hijitos: En verdad os digo, Yo soy como el sol, la luz que derrama Mi Corazón es para que donde hay tinieblas todo sea aclarado y penetre hasta el último rincón; donde sea amada esta luz, ahí estará. Saben que os amo y Yo he sido el que os ha escogido, no vosotros a Mí; Mi Corazón es amor y este amor deseo que reine en todos Mis amados Hijos.
Yo os pido que hagáis un acto de desagravio por estos actos de error y de ateísmo en que está vuestro mundo, hacedlo con amor y llevad a Mi Madre, que ella es la que os guiará a esta luz que su corazón siempre ha tenido. Os pido amor, siempre amor; sólo así os llenaréis de este amor. Con humildad y sinceridad os llamaréis, Hijos, de Mi Padre que os da amor en cada momento, y todo lo que recibís es por este amor de Mi Padre, amadle, alabadle, adoradle. Que los ángeles sean vuestros compañeros en estas adoraciones. Mi Madre inclinó siempre su frente adorándolo.
Yo los amo y bendigo y digo: la verdad siempre será la luz, jamás la mentira. Que la hipocresía jamás ocupe vuestros corazones. Llenaos de fe y amor en esta voluntad que os pido me la entreguéis y viviendo en ella, me entreguéis todo, ya sin reservas, que así en vuestras alegrías y penas Yo seré el que las viviré y gozaré y sufriré con cada uno de ustedes.
Llenaos de Mí, fortificaos con Mi carne y sangre que os doy en Mi Eucaristía, que es vida eterna y fuente inagotable de gracias y dones que tengo para todo aquel que me ofrece su corazón lleno de miserias y que Yo las tomo y las incendio en la inmensa hoguera que tengo aquí en Mi amante Corazón que os ama y os pide amor.
Amad con Mi propio Corazón.
Mensaje recibido durante la junta mensual
15 de abril de 1978, 5:15 p.m.
Siervos del Divino Amor
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