LIBRO 3 No. 74 RESURRECCION ALELUYA

 

"Resurrección aleluya".

 

 

Resurrección aleluya alegría debe tener vuestro corazón.

Gozo pleno deben tener porque Yo he resucitado y si Yo resucite ustedes resucitarán.

Hermanos míos sois verdaderamente y como hermanos hijos del mismo Padre herederos sois de esta vida eterna conquistada por Mi.

Vencí la muerte para que ustedes tuvieran La Vida Eterna. ¿Donde esta muerte tu victoria que si Yo te he vencido?

Vengan y beban de la fuente de la vida y ya no tendrán sed.

Míos son ya, y todo aquél que crea en Mi que Soy Hijo del Padre vivirá.

Fuera el temor, fuera la angustia, si ya me tienen a Mi que Soy la Vida

Recuerden que aquél que me da su corazón ya en cambio tiene el Mío y así ya no es uno solo sino que vive en Mi.

El amor es lo más importante porque el Amor Soy Yo.

Por esto Yo le pido a Mi Padre que todos se salven, que ninguno se pierda, porque Míos son y que sean uno sólo como Yo lo soy con Mi Padre.

El que crea y entienda este amor haremos una morada y viviremos en él. Porque viviendo el amor el está en Mí y Yo en él.

La resurrección se va construyendo en la vida, con sus actos de amor.

María vivió este amor y esta caridad y gozando en la vida de esta unión.

Pedid y se os dará, tocad y se os abrirá, y nada que me pidan en Mi nombre a Mi Padre se os negará.

12de Marzo de 2002 a las 2 PM.

Sagrado Corazón de Jesús.

Siervos del Divino Amor.

LIBRO 3 No. 73 HABLAR DE LA MISERICORDIA ES HABLAR DE DIOS

 

“Hablar de la Misericordia es hablar de Dios”.

 

 

Sed Misericordiosos como vuestro Padre del cielo es Misericordioso, y tanto es su amor hacia el pecador que quiso que su Único Hijo diera su vida por cada uno.

Y así os dio la muestra más grande de esa Misericordia, por esto Yo Soy el Camino, La Verdad y La Vida Eterna. Y no tanto son los sacrificios y las ofrendas las que agradan al Padre, sino ese corazón arrepentido y que practique la Misericordia con sus hermanos.

Vean y verán que bueno es vuestro Padre que hace salir el sol para buenos y malos, que manda el viento para que las semillas se rieguen y esparzan y cómo manda la lluvia para que germine la tierra y así halla frutos. Pues así es Mi Palabra que viene y cae en tierra fértil y da fruto o cae en tierra estéril y no hay ese fruto.

La Palabra es vida y el que la escucha hace los efectos según el corazón esté dispuesto para escucharla y retenerla y así dar los frutos que el Padre de Misericordia desea: “sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” sólo lo logra aquel que recibe la Palabra y la pone en práctica en su vida.

Si el Padre es santo, santo debe ser el hijo, y ¿cómo serlo?: teniendo amor en su corazón, y que todo sea misericordia.

El día viene y viene la noche, el día es luz y la noche oscura para aquél que no ha recibido la Luz, vivirá en oscuridad.

La misericordia consiste en darse en olvidarse de sí, para poder entregar el corazón completo, con ese convencimiento de que vuestro Padre es Misericordia y mientras tenga vida esa Misericordia estará esperándolos, hasta el último momento de vuestra vida, esa Misericordia os aguarda pacientemente y día con día os lo demuestra en cada momento dando oportunidad para practicarla.

Es tiempo de que el corazón duro y frío del hombre cambie y su corazón sea cambiado por uno de carne y que sus actos sean sólo de amor, de caridad.

María es un ejemplo a seguir, ella dio también a su único hijo, en rescate del pecador, teniendo ella su corazón semejante en la Misericordia al Padre Celestial.

Yo les bendigo.

 

7 de marzo 2002 a las 11:10 AM.

Sagrado Corazón de Jesús.

Siervos del Divino Amor

LIBRO 3 No. 72 EL PERDÓN

 

“El perdón”.

 

 

Perdonar. ¡Que fácil es decirlo para aquél que ama! Por esto Yo les digo: el que perdona de verdad y olvida a los que lo le ofenden hace una oración por ellos para que así ellos pidan perdón a Dios.

Porque el que ofende sus hermanos me ofende a Mi y por esto Yo les digo: si algo tienes contra tu hermano o tu hermano contra ti y vienes a ofrecerme algo en el lugar de ofrendas, ve primero, dejando tu ofrenda, ve y reconcíliate primero con tu hermano, para que así sea agradable a Mí Corazón tu ofrenda.

Recuerden que Yo recomendé a Pedro y a todos que no sólo siete veces se perdonaran, sino setenta veces siete. Por esto, estad dispuestos a Perdonar a todos de corazón, para que así sean ustedes perdonados.

Yo les enseñé que a orar y les dije que le dijeran a vuestro Padre: perdóname como yo perdono a mis deudores y así debe ser, porque si no los perdonan de verdad, con sinceridad, no alcanzarán el perdón del Padre del Cielo.

Yo les conozco a cada uno y cuando un alma es sencilla y en su corazón no hay rencor, en ése me complazco porque se asemeja a un niño y no sabe tener rencor en su corazón. Yo les digo, el que no se haga pequeño, no entrará en Mí Reino.

La humildad se practica perdonando y también pidiendo perdón, reconociendo cuando se ha ofendido al hermano. Yo les pido que siempre recuerden que Mí Corazón perdona hasta los crímenes más grandes.

Yo sólo pido que en ese perdón que se implora sea ese deseo sincero y antes de que me pronuncien sus labios perdón, ya han sido perdonados.

Amar es perdonar, es olvidar, es saber reconocer que vuestro Padre es amor y así El perdona, borrando vuestros pecados.

No os creáis dignos del perdón, mas bien pensad que, siendo culpables, sois perdonados y así ganaréis más méritos para alcanzar la victoria que Yo, con Mi Sangre, os alcancé en ese perdón, venciendo la muerte eterna os conseguí La Vida Eterna.

María, como Madre, implora siempre para que se arrepienta el pecador y se salve.

Yo les bendigo.

2002 Marzo 5, 13:00 Horas.

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor.

LIBRO 3 No.71 ¿DESEAN SER SANTOS?

 

“¿Desean ser santos?”

 

 

Yo hermanos míos les digo que amar a Dios es fácil decirlo Más yo José les digo los caminos de ustedes no son Sus caminos, porque el ser humano sin Él nada es, nada puede y el que lo sigue tiene que seguir verdaderamente sus pasos háganse esta pregunta con sinceridad en lo profundo de su corazón: ¿Desean ser santos?

O sea ser como Jesús nos enseñó a ser.

Yo les aseguro que muchos están diciendo que sí lo desean, más ahora yo les digo, este mes que va a pasar van a darse cuenta según su vida si están siguiendo el Camino para llegar a se santos.

Primera semana, al final harán esta consulta con su yo (o sea examen de conciencia), ¿aman a sus hermanos como dicen amar a Dios?

Escribirán según lo han hecho en estos días.

Recuerden que debe ser todo con sinceridad, porque el que trate de disculparse Dios lo ve y a Él no se engaña.

Segunda semana: ¿Aman a sus hermanos como desean ser amados por ellos?

Tercera semana: ¿Se han humillado ante los demás perdonando a los que los han ofendido, y practicando la verdadera humildad?

Cuarta semana: ¿Han amado lo voluntad de Dios en todo?

Se me ha encomendado a los Siervos del Divino Amor y sólo deseo que amando a Dios sobre todas las cosas le den gloria.

Que María sea vuestra fortaleza para que sigan el camino de la verdad de la Vida Eterna.

Yo les bendigo.

20 de octubre de 2001 a las 5:25 PM

Sr. San José

Siervos del Divino Amor