LIBRO 3 No. 70 AMOR PARA SIEMPRE

 

“Amor para siempre “

 

 

Hijita, Yo deseo que estos momentos que dicen amarme cuando me reciben en su corazón sea en verdad vuestro amor. Que ese amor que Yo les pongo en esta unión conmigo lo den a todos los demás.

Agustín, mi hijo, cuando me descubrió fue su amor para siempre y creció cuanto más me conocía.

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Yo, Agustín, les digo que el que comenzó este camino de perfección debe siempre esforzarse y tener sus ojos puestos en su Señor y en ningún momento apartarlos de su verdad, de su vida, de su camino.

Sois miembros del Cuerpo Místico de Jesús y deben ser frutos para la salvación, luz verdadera, luz que alumbra al ciego y, al que no te ha hallado, te cruzas en su camino para que así te conozca y te siga. Así yo les digo hermanos lo han encontrado, nunca lo dejen porque el que se aparta de El se pierde. Sean ejemplo en esta verdad que es El.

Los padres son guías para sus hijos y sus lágrimas son recibidas por la conversión de ellos.

María sigue pidiendo por todos sus hijos.

 

Día de San Agustín

2001 Agosto, Martes 28, 7:35 PM

Sagrado Corazón de Jesús y San Agustín

Siervos del Divino Amor

LIBRO 3 No. 69 LA SANGRE REDENTORA

 

“La Sangre Redentora”.

 

 

Dios Padre, en sus planes de salvación desde la creación, sabía que era necesario que su único Hijo, sería esa salvación y así Yo fui enviado al Mundo.

En el seno virginal de María me encarné por obra del Espíritu Santo.

Las primeras gotas de esta sangre fueron derramadas en la circuncisión con el dolor que hicieron que mis ojos derramaran lágrimas por el amor y cuanto más crecía más deseaba mi Corazón derramar toda mi sangre para rescatar de la muerte al pecador.

Saben todos que por esta sangre han alcanzado el Cielo prometido, por sus méritos de esta sangre derramada hasta la última gota. Los Sacramentos son la fuente inagotable por los cuales como canales llegan a la perfección que Yo les pedí, sean perfectos como lo es mi Padre Celestial. Sólo por estos méritos alcanzados llegan a ser dignos de alcanzar a ser hijos adoptivos de mi Padre y hermanos Míos y así herederos del Reino. Por esto llegan a tener esa unión, siendo uno solo conmigo, como Yo lo soy con mi Padre en la unión del amor ardiente del Espíritu Santo.

Cuántos que no creen en Mí, en que Yo soy el Hijo del Padre y estas verdades que Yo les vine a traer, no llegan a salvarse. ¿Por qué dudan de Mí? ¿Por qué son tan ciegos y sordos, que ni viendo creen, ni oyendo desean escuchar mi voz? Por esto, repetidas veces en las Parábolas de los Evangelios les dije: “el que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea”, porque no hay mayor ciego que el que no desee ver, ni mayor sordo que el que no desee escuchar y todo esto Yo les vine a dar, para los que deseando mi amor lo vivan creyendo en mi verdad, porque lo que Yo he escuchado de mi Padre es lo que Yo les he enseñado.

Es tiempo de que sean uno solo conmigo, hoy es el día de vuestra conversión, no lo dejen pasar, porque para muchos el mañana no existirá. Recuerden que son precio de mi Sangre y deseo que no sea inútil, en cada uno que debe dar frutos de amor, de piedad, de unión en cada uno, para que me descubran en cada hermano, pues sois hijos de un solo Padre bueno y misericordioso que ha dado lo más querido para Él, que es su único Hijo.

Deseos son de mi Corazón que ninguno se pierda, cada alma perdida es dolor profundo de mi Corazón.

13:55 Horas., 23 de julio de 2001

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor.

LIBRO 3 No 68 EL PADRE AMOROSO

 

“El Padre Amoroso”.

 

 

Hijitos, ¿cómo es un padre que ama de verdad, que sólo el bien desea para sus hijos?

Vean y verán que vuestro Padre del Cielo os ama y para siempre, no ahora, sino eternamente, por esto Yo les digo que os he dado a mi único Hijo para que por su vida y sangre os salvara del horror del pecado y de la condenación.

Sois padres también y os digo: debéis ser ejemplo para todos en el amor, porque los ojos de vuestros hijos están puestos en ustedes y os tomarán cuentas y serán los que os juzgarán ante mi presencia. Nunca sean duros con vuestros hijos y exigentes con vuestras esposas, que como compañeras Yo os di y os hice cooperadores de la vida.

Yo bendigo a todos y deseo que los padres que no merecen este título se arrepientan y se salven. María es vuestra guía hacia Jesús, que es la verdad que Yo soy.

Padres de la Iglesia, Yo les pido sean misericordiosos, como vuestro Padre lo es con todos; que sus corazones sean semejantes al Mío, mansos y humildes y que al veros a Mí me vean y, así como Jesús vino a servir no a ser servido, sean todos sin distinción. Que el amor predomine en vuestras vidas y que María sea vuestro ejemplo en esa entrega.

Yo les bendigo.

10:05 AM., 17 de junio de 2001

Dios Padre

Siervos del Divino Amor

LIBRO 3 No. 67 EL DON DEL AMOR

 

“El Don del Amor”.

 

 

Hija: Hoy hablarás del Don del Amor, del amor mismo, que no es otra cosa que la vida misma del alma. El que posee este Don es todo aquél que ya me posee en su corazón. Esa alma tiene el Don de sabiduría, de piedad, de humildad. El Don por el cual sólo estarán en la verdad, que Yo soy, y esa alma está tan unida a Mí que ya nada le falta, ya nada le espanta.

Yo soy ese Don y donde estoy Yo, hay paz y se practica la Caridad, por esto en este retiro deseo que se llenen de este amor para que lo puedan dar a los demás.

Yo deseo hijos que siempre desaparezcan ustedes para que sea Yo el que aparezca. Ahora están algunos al frente de algún cargo, mas recuerden que no siempre será y que deben aprovechar todo esto porque todo pasa. El día de hoy es único en sus vidas. Es un día que no se repetirá y lo que no aprovecharon por el bien, se arrepentirán, mas esa oportunidad no regresará. María es la que los debe siempre guiar, desea que sepan aprovechar ese tiempo que para ustedes cuenta.

Amor por amor sea vuestra vida, o sea, que den amor sin esperar ser correspondidos. ¿O qué? ¿Desean que los amen primero para dar amor?

Yo les pido, estén ciertos de mi amor, más a Mí si deben corresponder amando a todos sin distinción.

Yo les bendigo.

2:45 PM., 31 de mayo de 2001

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor

LIBRO 3 No. 66 AMOR A LA CRUZ

 

“Amor a la Cruz”.

 

 

Yo conociéndoles a cada uno les digo que si ustedes recibieran con amor todo aquello que tienen que vivir a diario unidos en ese amor me unieran a Mí, todos serían santos.

Por esto se darán cuenta que pocos son los que han entendido y por esto son pocos santos.

Amar la cruz de cada día, aquella que se les esta brindando en cada momento para que teniendo méritos, no solo el de ustedes sino el Mío, amando siempre Mi Voluntad no a la fuerza sino por amor por que aún en medio del dolor sentirán Mi presencia y así el yugo será llevadero.

¿Qué os puede faltar si a Mi me tienen ? ¿Qué os puede espantar si Yo estoy a vuestro lado ? Si os ponéis a meditar en este amor, Yo os aseguro que ninguna cruz os parecería grande o pesada porque me tienen a Mí, que jamás os dejo solos, ni os daría una Cruz, que sabiendo no podrían cargar, luego jamás os llegará algo que, estando a Mi lado, no lo pudieran hacer o pasar.

Recuerden que Yo soy Misericordia y en esa Misericordia os debéis confiar, en ese abandono por el cual Mi Corazón se desborda para aquel que confía en Mí.

Siento que Mi Corazón late más apresuradamente, que como enamorado del pecador Mi Amor se desborda apasionado por aquel que esta cierto de Mi Amor y que nada ni nadie lo puede detener en demostrarme esa confianza, por esto, amar la Cruz es creer en Mi, es vivir unido a Mi todos los acontecimientos de vuestra vida.

¿Saben que mi alimento diario era hacer La Voluntad de Mi Padre ? Sea lo que el dispusiera de Mi. Saben amados Míos que esa era Mi alegría de vivir, porque sabía que La Voluntad de El era solo el bien para cada uno de ustedes y el mayor bien es vuestra salvación.

María Mi Madre llegó a vivir ese abandono en amar la Cruz, en amar La Voluntad Divina en todo momento, demostró que los mas grande era amar esa Voluntad.

Cuando se le anuncio que sería la Madre del Hijo de Dios, no dijo ese sí nada mas por tan grande honor, sino por que era La Voluntad Divina. Amó la Voluntad, cuando en medio de la pobreza nació Jesús, cuando fueron perseguidos y en todo momento ella estuvo en esa obediencia amando la Cruz.

Por esto les digo que aquel que esta cierto de mi Amor ama la Cruz sea cual fuera, en ese gozo de darse al Amado.

Sois Míos y les digo dichosos sois porque gozáis de Mi Amor Misericordioso, porque Yo les he llamado como propiedad Mía para que a Mi lado gocéis de Mi Cruz y así abrazados juntos gocemos del triunfo de este amor en la Cruz, para llegar a esa resurrección conquistada por medio de la Cruz tan amada.

12 de marzo de 2001. A las 2 :10 p.m.

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor