"Cambiar el corazón por el de Jesús".
Hijita - me dijo Jesús al comulgar - recuerdas que pediste llegará el día que Yo te cambiaría Mi Corazón por el tuyo pues te digo: hoy primer viernes te lo doy. ¿Lo quieres?
Jesús, yo le dije, si sabes que es lo que más deseo, pero Jesús: ¿Y me recibes el mío lleno de miserias, vacío, en el no hay mas que el pecado?
Hijita mía ya es tiempo que Yo te transforme. Y de tus miserias Yo me haré cargo, ¿Lo recibes? más te digo Mi Corazón sufre intensamente, jamás se acaba Mi Amor, Mi Corazón es tan sutil, tan amante, tan sensible, tan exquisito, tendrás que llorar junto conmigo, tendrás que amar con este Mi Corazón.
Jesús, le dije, ¿Cabrá en mí Tu Corazón que es tan inmenso? No te preocupes pues Yo me haré pequeño, así como me recibes completo en la comunión, Yo cabré en tu pecho. ¿Sientes ya los ardores, los incendios que en el Mío hay? Pues te digo, también sentirás Mis Latidos, en ocasiones mas fuertes porque Yo me siento amado de alguna alma que me había olvidado y de pronto me pidió perdón y me ha amado, esto es grande alegría para Mi Corazón.
Por momentos sentirás gran tristeza y tus ojos verterán como cascada las lágrimas ardientes de ser traicionado por Mis Escogidos, por aquellos por los que había Yo derramado Mis Ternuras.
Sentirás también ardores, que sentirás que te queman, porque Mi Corazón es amantísimo y arde de amor, y cuando no encuentra correspondencia arde y siento que me quemo por este fuego.
¡Ah, si todos desearan tener Mi Corazón hijita! Más te digo la mayoría les estorba Mi Amor, les asusta y le huyen y se esconden y cuantos dicen amarme y me ofenden. Y así creen que están en el camino y no ven que, me aman o me odian porque en lo Mío no puede haber medianos. O sé es ardiente, o sé es frío, porque para Mi es más fácil hacer derretir el hielo de un corazón frío que de un corazón tibio estancado y por su terquedad no deja penetrar mis gracias, ese fuego que Yo deseo todos reciban.
¡Más cuantos se niegan a darme su corazón, con miserias, con pecados! ¿Que Yo no he buscado más a los enfermos? ¿Que Yo no todo lo puedo? ¿Luego el tibio que espera para ya apegarse a Mis Brazos?
Yo les digo en un solo si rotundo eterno, y así como María dijo sí para siempre a La Voluntad Divina, así ella siempre siendo fiel y dócil fue digna de ser la Madre de este amor eterno.
1981 Enero 2, 15:20 hrs.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor