“Jesús me mostró su Corazón”.
Jesús me mostró su Corazón y envuelto en llamas de color rojo encendido; me hizo notar como de un arbusto grande, estaban sus raíces unidas a su Corazón que palpitaba, y las llamas envolvían a ese árbol que se veía hermoso y me dijo Jesús:
Mira Hija mi Corazón y ese árbol unido a Él, como ha crecido y es fuerte y da fruto y las llamas ardientes de Mí Corazón lo envuelven y no lo queman, sino lo calientan y el toma sabia de Mi Corazón que es Mi Sangre y se alimenta de ella, que es vida y es hermoso, porque arde en este Santo fuego de Mi Amor.
¡Ah! hija mía si así los hombres desearan conocer Mi Amor. Los veo afanarse en buscar según ellos la vida, y la buscan en la muerte.
¡Ah! hijita si llegaran a conocer Mi Amor, que diferentes estarían sus corazones, llenos de vida, de amor, de este Amor que solo en Mi hallaron, que torpes, que tontos me parecen al tenerme tan cerca y no ven, ni oyen, que diferente sería si aceptarán Mi Amor que es fuego, que es puro, que es verdadero.
¡Ah! hija como me duele ver a mis hijos que deberían estar frondosos como ese árbol y llenos de vida y amor, están muertos, secos, vacíos, sin frutos, que tristeza siente Mi Corazón que teniendo la fuente que es Mi Corazón mueran de sed, de hastío, de angustia, de miedo y de temor.
Sabes tú el dolor de Mi Madre, ver a sus hijos ir por un camino que los conduce al abismo, que no desean conocer el Amor de Mi Corazón, a Mi Madre que es vuestra, que suspira y que extiende sus brazos amorosos que fueron cuna mía y mi sostén cuando fui pequeño, así ella os desea estrechar contra su dulce Corazón que es amable, que es refugio, que es amor.
Que esperáis para arrojaros a esos brazos para que os llene de ternuras y os contagie del amor puro, del amor hermoso que ella tiene para cada uno de sus hijos.
Mi Corazón es desgarrado al ver que la ofenden, al ver que la olvidan, cuantas almas corren como locas, sí, pero a la perdición y desprecian su amor que los espera y que las busca, si encuentra un alma que se entregue, que la ame, que desee conocer mi amor, ella goza y como Madre, de ver al hijo corresponder a Mi que es locura y que llegan a morir gozando de la vida eterna, ya desde la tierra.
Sabes hija que dicen saber amar y en verdad te digo: se aman a sí mismos y jamás a los demás. Pobres almas y ¡cuantos millones hija mía, no quisieron, ni desear saber amar!
El Amor que Yo os doy, es amar sin esperar, es darlo todo, Mi Amor es locura, es amar con fuego, es olvidarse del Yo, que solo es pensar en el amado, es lo mejor, por el que se ama,”ese es Mi Amor”; es perdón jamás odio, ni rencor, es amar al enemigo y es confiar en el amado, no tiene celos pues Mi Amor es amar a todos sin ninguna distinción.
1978 Octubre 31, 9:00 AM.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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