miércoles, 18 de diciembre de 2013

LIBRO 3 No. 15 DONDE HAY PEQUEÑOS LA PROVIDENCIA DIVINA JAMÁS FALTA

 

"Donde hay pequeños la Providencia Divina jamás falta"

 

MADRE TERESA CON NIÑOS

 

Amados de Jesús saben que al Señor nada se le oculta y si creéis que os podéis burlar del Señor os lo digo hermanos para el Señor nada está oculto, El lo sabe, lo ve todo, así corrijáis ya, es tiempo.

Esto es lo que dice también el que esta recorriendo la tierra, corregíos ya, pedid perdón porque vuestros días están contados y es urgente que os deis cuenta.

¿Porque la hipocresía, la falsedad? Eso es lo que más duele al Señor, estáis diciendo con la boca te amo y con las obras te odio, ese no es amor, sois tan falsos como las monedas que tienen una cara por un lado y por el otro tienen otra.

Yo les pido hermanos que os deis cuenta que el que dice amar al Señor y no ama a sus semejantes miente y de esto se darán cuenta algunos demasiado tarde, me duele como padre que no entendéis.

Jurasteis obediencia, pobreza, castidad y cuantos creen que con un te amo ya cubrieron todo esto, no, no, os lo digo, no deben ustedes creer que ya cumplieron que con una limosna dándola delante de los demás para que os vean que ya cumplisteis con ayudar, con quedar bien. Sobre todo decís tengo testigos de que yo cumplía.

¡Ah hijitos! sabéis bien que el que se exhibe dando ayuda como limosna eso de nada sirve, porque no la dio por amor, así pueden dar millones o todo lo que posean, sino lo hacéis por amor a Dios, de corazón, nada os valdrá, pues da más el que da una pequeñez pero con amor y no la publica, ni la cuenta.

¡Ah! hijitos si creéis que ya tenéis muchos tesoros estáis vacíos. Oíd bien, esto lo digo por los que creen ya haber hecho mucho.

En Egipto el tiempo que estuvimos, es verdad, fue corto pero como siempre mi corazón confiaba en mi Padre, el cual siempre me dirigía en todo y mi espíritu estaba dócil a las inspiraciones de Dios. Y los habitantes nos acogieron con amor y yo tuve no mucho trabajo, pero modestamente tuvimos no lo necesario, pero si nunca nos quedamos sin tener el pan del día, porque donde hay pequeños la Providencia Divina jamás falta.

Es por esto que les digo: ¡ah! de los padres que han deseado mas lo material que la voluntad del Padre ¡ah! si os dierais cuenta de la Divina Providencia, jamás dudaríais de ella.

Los ídolos cayeron sí, a las plantas del Niño Jesús porque así tenía que ser, porque los dioses falsos cayeron desmoronados al estar Dios y a eso vino.

1980 Diciembre 28, 5:45

Señor San José

Siervos del Divino Amor

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