miércoles, 22 de junio de 2011

LIBRO 1 No. 31 MARÍA ES LA SALUD

La Salud




12 DE DICIEMBRE DE 1992

TULPETLAC EDO. DE MEXICO

Dictado por la Santísima Virgen María.




Saben pequeños míos, amados de mi Corazón, que soy la salud, pedid y no os canséis de pedir, porque las puertas del Corazón de la Madre se compadecen del que pide auxilio.

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REFLEXIÓN:

María Santísima nos dice que es la salud, y lo es no sólo del cuerpo y sino también de nuestro espíritu, porque como madre amorosa nos cuida e intercede por nosotros ante su Hijo Jesucristo, como lo hizo en las Bodas de Canaán, y estas palabras del mensaje de hoy nos llegan desde el santuario de Tulpetlac Estado de México, lugar dónde vivía Juan Bernardino tío de San Juan Diego y dónde se realiza la quinta aparición de Guadalupe en 1531. Ya la Santísima Virgen le había dicho a Juan Diego que no se preocupara por la salud de su tío pues era más urgente que el santo llevara el mensaje al Arzobispo Fray Juan de Zumárraga, y quería evadir la encomienda de María por la premura de auxiliar a Juan Bernardino, pero en ese momento también María se presenta con el enfermo y le da su salud.


La primera imágen que ilustra este mensaje es de la Virgen de la Salud en Patzcuaro Michoacán, santuario al que acude mucha gente en busca de la salud física, corporal.


Yo les invito a que también pongamos en las manos puras de María nuestra salud espiritual, Ella como Madre nos sanará de nuestras heridas que hemos tenido por nuestros pecados, y pidamos no sólo por nosotros, sino por tantos que no tienen quien pida por ello, como el parálitico junto a la piscina de betesdá que ya llevaba muchos años sin que nadie lo piudiera meter cuando se agitaban las aguas por manos del ángel.


Ahora hay o somos muchos los que necesitamos que pidan por nosotros, porque no sabemos o no hemos conocido que esta fuente y piscina que nos da la Salud es María y es necesario que nos apoyemos unos a otrso con la oración para sumergirnos en las aguas puras de María y poder alcanzar la Salud por Cristo Señor Nuestro.

P. Francisco Javier Rebollo

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