Examinándonos ante Jesús.
Yo que soy Creador, Redentor, y Santificador, les digo, estoy en cada uno, puesto que estoy en todas partes, y no hay lugar en donde no se me encuentre a mí, cuánto más en los que me abran su corazón, y cuanto más sea esa puerta que me abran con generosidad, sin escatimar nada, dejándome entrar como dueño y Señor de todo lo vuestro, así yo les aseguro que me doy a esa alma, que con verdadera sinceridad me ame.
Recuerden que yo hago un templo, y habitamos en él, cuanto más amor encontremos en él.
Desde la creación yo les veía y conocía, y pronunciaba vuestros nombres, y les digo, están escritos en el libro de la Vida, porque sois míos, y para ser santos se os dio la vida.
¡Ah! Cuánta ingratitud encuentro, aún en algunos corazones que dicen ser míos, cuán poca caridad para vuestros hermanos, cuán falsos sois, qué tristeza siente mi corazón, aún en muchos no he encontrado esa correspondencia, yo les deseo lo mejor, os lo he mostrado dando mi vida por ti, sólo por ti.
Que el tiempo se acerca, y el encuentro no te sorprenda alejado de mí.
¿Estás cierto de que en verdad me amas? ¿No eres de los que les encanta engañarse y creer que engañan a los demás? Cuando alguien te dice la verdad de tus defectos, ¿eres humilde y lo reconoces? ¿Tu lengua no la levantas para hablar o criticar a tus hermanos, eres prudente, amable con tus hermanos, sobre todo con aquellos que tú debes perdonar por lo que te ofendieron? ¿Has sabido obedecer a tu confesor, que en ese caso fui yo, cuando te pedía trataras de cambiar en aquello que con facilidad tú caías frecuentemente, y tú no has deseado hacerlo? ¿Tu cuerpo, lo has respetado pensando que a mí me pertenece, y que yo habito en él? ¿No has sabido frenar tus pasiones ni con el cuerpo ni tus sentidos? ¿Has sabido perdonar y olvidar? ¿Eres egoísta y te gusta sobresalir, y sólo piensas en ti? ¿Las horas que yo te he pedido y que me pertenecen, has venido con alegría y amor? ¿O has pospuesto a tus intereses pasajeros ante este diálogo que vale una eternidad?
Sagrado Corazón de Jesús
28 de marzo de 1991
Siervos del Divino Amor