“Corazones duros como piedras”.
Díganme amados Míos, ¿Qué puede hacer un padre, cuando ve que ellos, sus hijos corren hacia el abismo, que por mas que desea retenerlos y hacerles ver, ellos no desean ver ni oír sus voces de angustia, ni viendo lo que ocasiona el pecado, que no es otra cosa que la traición a Mi Corazón?
Yo les digo que si ustedes llegaran a ver el interior de uno que está en pecado, se horrorizarían de ver como es transformada esa alma, a el grado que llega a asemejarse al mismo demonio. ¡Ah!, si se dieran cuenta del olor que despide esa alma, preferirían el olor de un perro muerto o cualquier otro animal muerto, de lo fétido de su olor.
Y les digo: ¿Cuántos creen estar en gracia, se acercan a recibirme en la comunión y haciendo más grave su falta, porque no han hecho un verdadero examen de conciencia, siempre la hacen disculpándose y engañándose, tratando de justificar sus faltas, no sólo ante los demás, sino a sí mismos?
Saben que el que piensa mal de sus hermanos y diciendo lo que según ellos creen, están juzgando haciendo juicios temerarios sin saber si esos hermanos están justificados ante Mi.
Les recuerdo esto porque aún entre ustedes existe esta crítica que los hace abominables ante Mis ojos, porque el que juzga será juzgado y se hace acreedor a ello.
¿Porqué no se ven como hermanos verdaderamente, hijos del único Padre amoroso y que sólo vuestro bien desea? ¿Porqué ante sus ojos resalta la paja del ojo ajeno y no ven la viga del propio ojo?
Yo los espero, Yo no tengo prisa, mas si les digo: cuantos de ustedes llorarán el tiempo perdido, que Yo les estoy dando para que lo aprovechen para vuestra conversión.
Yo les he dado a todos la vida para ser santos, se los vuelvo a decir y veo que están aún cerrados muchos corazones a los cuales Yo toco diario y están duros como piedras y se creen tan dignos, tan buenos que a ser humildes nadie les gana y otros lo reconocen mas no hacen nada para cambiar, recuerden que sin sus esfuerzos Yo no puedo hacer nada.
Cuantos con una sola prueba de Mi Amor han sabido reconocerme y se han hecho dignos de esta santidad. Dicen algunos que me aman y lo aseguran y que decepción siento cuando Yo les pruebo, sobre todo en el amor a los demás, allí me doy cuenta de que mienten, que aman si, mucho, pero a ellos solamente, porque en su corazón sólo hay falsedad, sólo soberbia, que son tan egoístas que sólo piensan en sí mismos y que para hacer el bien lo piensan, recuerden que Yo Soy Padre y un Padre que sólo vuestro bien desea, así todo esto que Yo les digo es para que en su corazón lo mediten con verdadera humildad y cada quien reconozca su nada, su falta de verdadero amor.
Yo les digo: no hagan de Mí Casa, casa de burla, de cueva de insensatos, que teniéndome a Mí busquen cosas falsas, porque Mi Casa es casa de oración, de verdadera conversión, que ese sea su propósito firme de enmienda y de entrega total para que así con mi ayuda lleguen a ser dignos de esa santidad.
María sea vuestra guía y ejemplo de esa entrega, de ese vivir verdaderamente como hermanos, hijos de un solo Dios.
Yo les bendigo.
Deseo se prolongue una hora mas el retiro y que se haga una mesa o dos redondas y se hagan esas preguntas, no para quedar bien con los que los escuchen, sino para empezar esa entrega total para muchos de ustedes.
1.- ¿Qué es lo que me detiene para darme a los demás?
2.- ¿Soy siervo del divino amor verdaderamente o deseo serlo con sinceridad?
RETIRO LAICOS
FIESTA DE CRISTO REY ( 21 DE NOV.)
DADO EL 19 de noviembre de 1999 A LAS 7:30 PM.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor