miércoles, 10 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 38 LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Los Dones del Espíritu Santo. 





17 de marzo de 1998


Dictado por el Sagrado Corazón de Jesús.


Don de la sabiduría:

En verdad les digo que el que me ama es Mío y como Mío, Yo le daré la sabiduría para que entienda todo lo que es mío y lo viva. El Espíritu Santo es el que actúa en ustedes para que por medio de los dones y gracias que derrama sobre cada uno de ustedes, sepan tener esa fe, esa esperanza y esa caridad, para que así practicándola lleguen e esa perfección que les he pedido. Si el Padre celestial es perfecto, ustedes lo serán; si abren su corazón a estas verdades que Yo como Palabra de Dios hecho Hijo les vine a enseñar con mi vida (palabra y acción) y les demostré que sí es posible humanamente, que sí lo pueden en esa unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Los dones se les han dado a todo aquél que bautizándose crea y siendo hijos de Dios se derrama sobre esa alma todos los dones y gracias para esa vida que comenzará ya con esa unión mística con la Trinidad.

El Don de Temor de Dios


Este Don les hará sentir lo grave que es para el alma ofender a Dios, apartarse de Él. Ver que sin Él nada sois y con esa ayuda que viene de Dios tendrán la tendencia para esa entrega total. Por medio del desprendimiento tornará al alma de alejarse del pecado y tendrá la gracia de vivir con la Bienaventuranza del pobre de espíritu, porque sentirá que su corazón no debe apegarse a nada material.

El Temor de Dios es que el alma se dará cuenta de la grandeza de Dios y su pequeñez, alcanzando la gracia de la humildad que acerca el alma a Dios.

Así como María vio que ella era pequeña y aceptando la voluntad de Dios, ella creció en humildad viéndose como la esclava del Señor.


El Don de Fortaleza


Fortaleza: Es venida y dada sólo por Dios, este Don es dado para saber tener paciencia en las pruebas, enfermedades y demás dificultades de la siguiente manera: Se obtiene esta gracia, por la comunión diaria, con la oración, con el deseo de la perseverancia, con estar convencidos por  medio de la fe y tiene grandes frutos para esa alma y para los que convivan con ella, porque al estar cerca de ella se sentirá la paz y la seguridad.

La estabilidad de ella hará que los que estén cerca constaten ese Don y acrecentará en ellos el deseo de amar a Dios con esa firmeza, con ese valor aún heroico para las cosas más difíciles que parezcan, porque estando unidos a Dios nada falta, nada espanta y todo se puede, por eso María tenía ese Don  en gran forma que nunca vaciló en lo que vendría  después de ese "Sí" firme que ella dio.

El Don de Piedad


Este Don Jesús lo enseñó en toda su existencia en la tierra, teniendo piedad por nosotros los pecadores, este Don da al alma la capacidad para esa generosidad para con los demás viviendo en esa armonía, en esa fraternidad y con todos por igual. Quita del alma ese egoísmo fatal que perjudica de tal manera, que siente que ella es la más importante y los demás no son nada, ni nadie, ese egoísmo que ciega al alma y no deja ver que el de junto es lo más importante.

Este Don da frutos para aquellos que la deseen tener, podrá tener la gracia de comunicación con todos teniendo ese desprendimiento, dándose por completo para todos los que necesitan de la ayuda espiritual y material.

María nos ha mostrado esa piedad con nosotros entregándonos a Jesús su único Hijo para la salvación y ella misma como Madre cuidándonos y hasta llorando por vuestros pecados, intercediendo por todos.


El Don de Consejo


Este Don es dado para guiar. El que lo llega a tener es capaz de guiar a los demás con esa prudencia y firmeza porque ya posee el temor de Dios, el de piedad y llega con esa generosidad que sólo Dios puede dar, y la prudencia con tal certeza y sabiduría para hacer camino, para llevar a otros a Dios con su vida recta y clara para todos aquellos que la sigan, porque está en esa seguridad plena, guiado a la Verdad que es Dios.María es ese ejemplo de seguir hacia Dios.

El Don de Ciencia


Este Don es dado por la Misericordia de Dios para aquellas almas sencillas que tienen hambre de Dios y que con este Don lo descubren y saborean ese amor teniendo el discernimiento del bien y del mal. Con esta ciencia divina también saben descubrir los errores de los demás sin escandalizarse, sino con la ciencia para poder hablarles y tratar de alejarlos del error, para aun con su propia vida dar ese ejemplo de entrega para todos aquellos que por su vanidad o torpeza no ven el camino. Esta alma que contiene la ciencia está cerca de esa perfección.

María siempre practicó esta cmencia porque en ella vivió Él, que en sí  tiene esa ciencia divina, por esto viéndole a ella junto a la de Jesús, es ejemplo en esa enseñanza divina.

 

El Don de Entendimiento



Este Don es por el cual el alma tiene la gracia de tener ese discernimiento para distinguir el bien del mal y saber saborear las dulzuras  de su Señor, de esas almas que teniendo la gracia de distinguir los errores que hay y corregirlos. Este Don es necesario para los que deseen la santidad, porque por él sentirán la necesidad de acercarse al Dios que es Amor y tendrán la dicha de conocer todo lo que viene de Él, tanto que se deleitarán de todo lo que sea de Él, tendrán como frutos la conciencia de estar en la verdad, buscándola y estar activos para que otros sepan de esas verdades, amará a María, porque María es en ella esa ciencia infusa y por mediación de ella se acercarán  más al amor de Dios, amándole a Él y sirviéndole en todos esos otros Dones.

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