miércoles, 31 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 42 ABANDONO


“Abandono”.


Hijitos el abandono es desaparecer, es confiar, es estar ciertos, saben que el arquitecto, el escultor, siempre buscará el levantar algo desde los cimientos, desde la nada. El escultor escoge un material accesible, con el cual se podrá plasmar la forma de alguien o de algo. Si el material no se presta, no se logrará lo que él tenía en mente realizar.

Por esto hijitos, este abandono en las almas, para que sean santos, tienen que parecerse al que los modela y este arquitecto y este escultor soy Yo, el cual trata siempre de que se parezcan en el Amor y ¿ Cómo lograr esto, cuando esa alma no se somete, sobre todo que no confía, todo su ser material como espiritual?

Muchos dicen que me aman y dicen amar a sus hermanos y no los aman con Mi Amor, sino que lo hacen como los humanos, sin darse por completo y desean, dicen muchos, ser santos a su manera, sin cargar su cruz, ni siguiendo mis pasos, por eso están lejos de ser santos, Yo los deseo santificar primero: negándose a sí mismos, dejándose conducir por Mí.

Yo le he dejado la libertad, porque no deseo que ninguno se sienta forzado, que todo sea convencidos y por amor, con alegría.

El abandono es hacerse pequeño, como niños que saben que su padre los ama y cuida, que ese Padre sólo vuestro bien desea, que ese Padre es su Creador, que ese Padre los tiene en su mente desde la eternidad, que ese Padre pronunció su nombre desde antes que existieran todas las cosas creadas en el infinito, antes de los astros, antes de lo que contemplan sus ojos en el cielo, en la tierra y en el mar, con todos los ángeles, tronos y dominaciones, Yo ya los conocía.

Por eso Yo les digo que el que en Mí confía, nada le falta, nada le puede asustar.

Por eso Yo les digo abandónense como el más pequeño de todos para que viendo Yo esa pequeñez los tome, los estreche en Mi Corazón.

Saben por esto que el que recibe a uno de estos pequeños en Mi Nombre, a Mi me recibe, no sólo a los pequeños de tamaño, sino también a los pobres, a los enfermos a los tristes, a los que no conocen Mi Amor, a los que no saben que Yo existo, a los drogados, prostitutas y a los criminales, a todos aquellos que están faltos del conocimiento de Mi Amor.

Yo les pido ese abandono, esa fe, esa vida de entrega total, para que Yo los transforme, los santifique y por ese abandono sean semejantes a Mi Corazón.

María es ese ejemplo en amar Mi Voluntad.

Retiro religiosas en Cocoyoc.
3 de Julio de 1999, 7:05 p.m.
Sagrado Corazón de Jesús

Derechos reservados a Siervos del Divino Amor

martes, 23 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 40 FIDELIDAD

FIDELIDAD





2 de Julio de 1999

Dictado por el Sagrado Corazón.

 

Retiro de religiosas s.d.a. en Cocoyoc

 

Saben que para perseverar en el camino de la perfección, son varias cosas que seguir y tratar de cumplir, no sólo por el hecho de que sean necesarias, sino que sin ellas  no es posible avanzar en la vida en sus aspectos materiales y sobre todo espirituales.
 

Cuando un alma está ya en el camino de la verdad y está dispuesta a afrontar  todo lo que se le presentará en él, lo primero$será la oración, para pedir el auxilio, para que en todas las pruebas no se sienta desfallecer y sintiéndose sola no siga adelante por sus limitaciones humanas y así reforzada y auxiliada con lo divino pueda ser fiel a sus propósitos, como a todo aquello que será necesario en ese seguimiento. Vive antes que nada el practicar la humildad, el desaparecer y dejar que sea conducida por lo que más le convendrá para hacer el bien, sin dejar de sentir esa felicidad de ser útil haciendo el bien para dar Gloria a Dios.
 

La fidelidad cuesta porque en ella se practican varias virtudes: el esfuerzo, la paciencia, la mansedumbre, pero sobre todo el Amor.
 

Y así puedan ser fieles a su Creador, a los de su alrededor y a sí mismos, porque los que sean fieles a Mi Amor son los que alcanzarán la Victoria que Yo les conquisté, no sólo con el deseo de Mi Corazón en ese Amor, sino también con Mi Vida, Mi ejemplo, Mi Sangre, por esta fidelidad, amando siempre y haciendo la Voluntad de Mi Padre que está en los cielos.
 

Yo soy Amor y por esto soy fiel en el Amor hacia ustedes y a cada uno.
 

Yo les bendigo, saben bien que María es la Madre, la Hija, la Esposa fiel y por esto ha alcanzado ser Ella, ejemplo de esa fidelidad.

miércoles, 17 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 39 EL CIELO SOY YO



EL CIELO SOY YO



30 de Junio de 1999
Dictado por el Sagrado Corazón

Hijitos el Cielo soy Yo, como lo dijo el Padre Francisco, y es que el que me conoce me sigue en el amor, ese está viviendo el Cielo en la tierra con esa intimidad divina.
Yo les digo: gozar ya del cielo eternamente es estar en Mi presencia y conocer ya sin velos toda mi divinidad, gozando de esa felicidad incomparable, porque ese gozo, ya nada ni nadie les podrá arrebatar, con la presencia plena del Padre, del Hijo y el Espíritu,  que  es la Trinidad en Sí, por esto aquellos espíritus creados para adorar en cada momento y servir al Dios único y verdadero no se sienten dignos de esta presencia y todos los que llegan a esta gracia de contemplar el esplendor Divino, el Amor mismo, se llenan de todo aquello que mana de El para todos, porque siendo todos uno en el Amor se convierten en esa Luz inaccesible, el tiempo no se cuenta y están en gozo constante y jamás se separan de esa dicha eterna, con esa unión de los santos del cielo como los de la tierra y aquellos que purgando sus culpas llegan a esa unión siendo uno sólo. Y el gozo que tiene el Padre, que tiene el Hijo y el Espíritu santo, lo tienen aquellos bienaventurados que han llegado a esa perfección.
Para que se den cuenta de ello aquí los que aún viven, Yo les digo: vean la paz, vean la alegría,  la caridad, la paciencia y la fe de una alma que está ya gozando desde la tierra de esta unión, porque ellos ya tienen esa unión, siendo uno sólo en el Amor.
María Mi Madre fue un alma predilecta, que Ella fue la primera en gozar ese cielo en esta unión perfecta, ya sintiendo en su Corazón el palpitar del Mío, pues cuanto Yo más crecía en ese Vientre, más Ella me sentía y presentía esa beatitud.
 Yo les bendigo. Yo les estoy esperando y es verdad que Yo soy el más interesado en que todos gocen de esta alegría y gozo de esta unión para siempre, y los espero con los brazos abiertos a cada uno, y es gran pena cuando un alma se pierde y no goza para lo que Yo le di la vida. Para ser Santos Yo se las di.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. SIERVOS DEL DIVINO AMOR 1999

miércoles, 10 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 38 LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Los Dones del Espíritu Santo. 





17 de marzo de 1998


Dictado por el Sagrado Corazón de Jesús.


Don de la sabiduría:

En verdad les digo que el que me ama es Mío y como Mío, Yo le daré la sabiduría para que entienda todo lo que es mío y lo viva. El Espíritu Santo es el que actúa en ustedes para que por medio de los dones y gracias que derrama sobre cada uno de ustedes, sepan tener esa fe, esa esperanza y esa caridad, para que así practicándola lleguen e esa perfección que les he pedido. Si el Padre celestial es perfecto, ustedes lo serán; si abren su corazón a estas verdades que Yo como Palabra de Dios hecho Hijo les vine a enseñar con mi vida (palabra y acción) y les demostré que sí es posible humanamente, que sí lo pueden en esa unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Los dones se les han dado a todo aquél que bautizándose crea y siendo hijos de Dios se derrama sobre esa alma todos los dones y gracias para esa vida que comenzará ya con esa unión mística con la Trinidad.

El Don de Temor de Dios


Este Don les hará sentir lo grave que es para el alma ofender a Dios, apartarse de Él. Ver que sin Él nada sois y con esa ayuda que viene de Dios tendrán la tendencia para esa entrega total. Por medio del desprendimiento tornará al alma de alejarse del pecado y tendrá la gracia de vivir con la Bienaventuranza del pobre de espíritu, porque sentirá que su corazón no debe apegarse a nada material.

El Temor de Dios es que el alma se dará cuenta de la grandeza de Dios y su pequeñez, alcanzando la gracia de la humildad que acerca el alma a Dios.

Así como María vio que ella era pequeña y aceptando la voluntad de Dios, ella creció en humildad viéndose como la esclava del Señor.


El Don de Fortaleza


Fortaleza: Es venida y dada sólo por Dios, este Don es dado para saber tener paciencia en las pruebas, enfermedades y demás dificultades de la siguiente manera: Se obtiene esta gracia, por la comunión diaria, con la oración, con el deseo de la perseverancia, con estar convencidos por  medio de la fe y tiene grandes frutos para esa alma y para los que convivan con ella, porque al estar cerca de ella se sentirá la paz y la seguridad.

La estabilidad de ella hará que los que estén cerca constaten ese Don y acrecentará en ellos el deseo de amar a Dios con esa firmeza, con ese valor aún heroico para las cosas más difíciles que parezcan, porque estando unidos a Dios nada falta, nada espanta y todo se puede, por eso María tenía ese Don  en gran forma que nunca vaciló en lo que vendría  después de ese "Sí" firme que ella dio.

El Don de Piedad


Este Don Jesús lo enseñó en toda su existencia en la tierra, teniendo piedad por nosotros los pecadores, este Don da al alma la capacidad para esa generosidad para con los demás viviendo en esa armonía, en esa fraternidad y con todos por igual. Quita del alma ese egoísmo fatal que perjudica de tal manera, que siente que ella es la más importante y los demás no son nada, ni nadie, ese egoísmo que ciega al alma y no deja ver que el de junto es lo más importante.

Este Don da frutos para aquellos que la deseen tener, podrá tener la gracia de comunicación con todos teniendo ese desprendimiento, dándose por completo para todos los que necesitan de la ayuda espiritual y material.

María nos ha mostrado esa piedad con nosotros entregándonos a Jesús su único Hijo para la salvación y ella misma como Madre cuidándonos y hasta llorando por vuestros pecados, intercediendo por todos.


El Don de Consejo


Este Don es dado para guiar. El que lo llega a tener es capaz de guiar a los demás con esa prudencia y firmeza porque ya posee el temor de Dios, el de piedad y llega con esa generosidad que sólo Dios puede dar, y la prudencia con tal certeza y sabiduría para hacer camino, para llevar a otros a Dios con su vida recta y clara para todos aquellos que la sigan, porque está en esa seguridad plena, guiado a la Verdad que es Dios.María es ese ejemplo de seguir hacia Dios.

El Don de Ciencia


Este Don es dado por la Misericordia de Dios para aquellas almas sencillas que tienen hambre de Dios y que con este Don lo descubren y saborean ese amor teniendo el discernimiento del bien y del mal. Con esta ciencia divina también saben descubrir los errores de los demás sin escandalizarse, sino con la ciencia para poder hablarles y tratar de alejarlos del error, para aun con su propia vida dar ese ejemplo de entrega para todos aquellos que por su vanidad o torpeza no ven el camino. Esta alma que contiene la ciencia está cerca de esa perfección.

María siempre practicó esta cmencia porque en ella vivió Él, que en sí  tiene esa ciencia divina, por esto viéndole a ella junto a la de Jesús, es ejemplo en esa enseñanza divina.

 

El Don de Entendimiento



Este Don es por el cual el alma tiene la gracia de tener ese discernimiento para distinguir el bien del mal y saber saborear las dulzuras  de su Señor, de esas almas que teniendo la gracia de distinguir los errores que hay y corregirlos. Este Don es necesario para los que deseen la santidad, porque por él sentirán la necesidad de acercarse al Dios que es Amor y tendrán la dicha de conocer todo lo que viene de Él, tanto que se deleitarán de todo lo que sea de Él, tendrán como frutos la conciencia de estar en la verdad, buscándola y estar activos para que otros sepan de esas verdades, amará a María, porque María es en ella esa ciencia infusa y por mediación de ella se acercarán  más al amor de Dios, amándole a Él y sirviéndole en todos esos otros Dones.

miércoles, 3 de agosto de 2011

LIBRO 1 No. 37 LAS BIENAVENTURANZAS

LAS BIENAVENTURANZAS.



 21 de Septiembre 1996.

Dictado por el Sagrado Corazón.



BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPIRITU.

Las Bienaventuranzas son gracias especiales que por la correspondencia hacia Dios son dadas.

Porque fuiste sencillo, porque tu corazón jamás se ha apegado a nada, ni a nadie, por eso bendito de mi Padre, ven a gozar de mi Reino.

Bienaventurado es aquel que teniendo supo dar sin escatimar, dichoso porque su corazón jamás vio los bienes como propiedad exclusiva, porque Dios le dio en abundancia y supo como buen administrador compartir con el pobre, el hambriento, con aquel que aun trabajando pasa hambre, que teniendo el mismo amor y sentir Mío todo lo dio por amor.

La pobreza que Yo vine a enseñar, no sólo es sobre lo material, pues el Hijo del Hombre se hizo pobre porque no tenía casa ni donde reclinar su cabeza. 

Amar la pobreza es aceptarme a Mi. Pobre nací y pobre morí, nací desnudo y desnudo morí en la Cruz. Vine, sobre todo con mi ejemplo, a enseñarles la pobreza de espíritu, les enseñé que su espíritu ame lo espiritual, puesto que Yo le di esa vida a esa alma, que es lo más importante, el hombre razona como humano materialista y todo lo ve en esa forma, mas lo sublime, lo exquisito de entender ,de vivir esa vida sobrenatural , solo la viven aquellos pobres de espíritu que con mi sabiduría la viven, la entienden, sin detenerse en lo material  y así su espíritu puede elevarse a lo divino, con la gran sencillez, sin vanagloriarse, sin escandalizarse y sabiendo darlo todo a los demás con mi mismo sentir y amor.


BIENAVENTURADOS  LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA.


Mi Corazón es justo y por esto el vuestro debe ser así. Por esto, que al ver las injusticias que se cometen con los más débiles, con los pobres, con aquellos desprotegidos, aquel que me tiene en su corazón, no puede, ni debe soportar la injusticia. ¿ Cómo la remediarán ? de muchas formas : en oración, actuando, practicando la caridad, el que tiene hambre, no sólo del alimento, sino de la justicia, de tanta opresión , de tanta soberbia, y que encontrando en Mi la fortaleza para dársela a los demás, la esperanza, la paciencia, corresponderá a esta bienaventuranza, y Yo le diré : ven a Mi, porque serán hartos, porque fueron justos, practicando con rectitud, con verdadera perfección  y llegar a esa santidad. Que siendo empujados por el Espíritu Santo a ser generosos y por esto con Mi corazón misericordioso ,son ellos bienaventurados, porque han sabido amar Mi voluntad. Sean perfectos , les he dicho, como el Padre celestial lo es y en esa sed de almas, que sólo por la justicia, por el ejemplo lograrán ser instrumentos verdaderos para darme gloria.

María en medio de su entrega, en ese Sí dio ese ejemplo en consumirse sin reposo alguno en ser ardiente en esa sed por la salvación. 

Bienaventurados los hambrientos y sedientos por la justicia porque ello serán hartos.


BIENAVENTURADOS LOS MANSOS.


Esto os hará crecer en la piedad, en la solicitud, en el servicio para todos por igual, teniendo Mi paciencia, y Yo les aseguro que tendréis, si se unen a Mi, esa fortaleza, para aquellos momentos de prueba, de ingratitudes, de desengaños, de contrariedades.  En la vida cotidiana tendrán, unos de una forma, otros de otra, más todos tendrán momentos difíciles, más si en verdad, tienen esa unión Conmigo, tendrán con paz y acierto que pasar y entonces lo amargo será dulzura, lo áspero placentero, lo difícil, con esa paciencia, tolerancia y así seréis semejantes a Mí Corazón, Mansos y Humildes.

Buena falta está haciendo ahorita esa paz que sólo Yo les podré dar. María con esa paciencia y mansedumbre obedeció a José , en Ella había esa paz, esa alegría , en medio de los sinsabores amar con gozo la voluntad divina.

Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra, porque han sabido tener dominio de si mismos y me dan gloria.


BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS.


Aquí es necesario ese abandono, esa entrega, ese olvido de si mismo para dar amor. La misericordia os la muestra Mi Padre enviando a su Hijo Unico, para salvarlos de la muerte eterna, y así El les enseña a ser misericordiosos a cada uno para que vuestro corazón sea misericordioso, como vuestro Padre celestial lo es con ustedes. Y así llenándose de ese amor, que sólo lo encuentran en Mi Corazón, se amen como Yo los amo.

Sed misericordiosos sabiendo perdonar como son perdonados, viendo que ninguno es mas que el otro hermano ; que si tenéis algo es porque Yo he deseado dároslo y quien sois para juzgar, para pensar mal de los demás, recuerden que nada son , ni nada pueden sin Mi.

Es por esto que la misericordia es lo que mas debe haber en vuestro corazón, porque me tendréis a Mi y Yo permaneceré en ustedes y ustedes en Mi. Por esto es un mandamiento : se amarán unos a los otros con el mismo amor con que Yo los amo, y así como Mi padre me ama a Mi, así El los ama a cada uno. Por esto no veáis vuestro defectos, no os critiquéis no queráis ser los primeros, ni piensen que sois sabios, mas bien sean humildes, descubriendo que si algo tenéis y sabéis, es por mi Misericordia, por esto el más pequeño, el que sea como niño ese entrará a mi Reino.

BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN.

Aquellos que en medio de las tinieblas encuentran la luz y al darse cuenta del tiempo perdido lloran arrepentidos, por no haber aprovechado, por tantas veces haber caído en el mismo pecado, cometiendo el mismo error.

Recuerden que en el cielo hay fiesta por un pecador arrepentido que llorando ha pedido perdón, aquella alma errante que cree haber estado en la verdad y sin embargo por mi misericordia le hago ver su error y se arrepiente y  se da cuenta de su equivocación . De estas almas hay muchas que creen estar ya casi en los umbrales del cielo y que se cruzan de brazos esperando su premio y que nunca han sabido lo que es un arrepentimiento verdadero de sus culpas, que jamás se han considerado culpables de nada y que se creen santos, a ellos Yo deseo decirles que despierten de ese sueño, que se den cuenta y que lloren sus culpas, para que así verdaderamente en la humildad, reconozcan sus miserias y alcancen ese perdón con sus lágrimas sinceras que brotan del corazón en esta vida en la cual están expuestos a las tentaciones y miles de peligros. Nadie puede decir que no ha caído, como cuando  a la mujer adúltera deseaban apedrear y Yo les dije : el que esté libre de culpa que arroje la primera piedra.

Así os digo : lloren, lloren vuestras culpas, porque Bienaventurados los que lloran porque serán consolados.

María siendo inocente ha llorado por ustedes de ver la dureza de corazón , porque esta bienaventuranza sólo la alcanzan con la Sabiduría de Dios.


BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON.


Cuando un alma me busca de verdad, lo primero que le pido es despojarse de todo. Yo deseo entrar en su corazón sin ningún amor que no sea el Mío. ¡ Cuántos dicen amarme ! , cuántos me lo dicen muchas veces y no es así, porque cuando Yo les pido dejen aquellos afectos terrenales se niegan, se disculpan ; cuantos estando ya a un paso para ser santos, prefieren los amores, los inquietan sus parientes, sus bienes o sus placeres y no dejan que su corazón sea Mío como el Mío es de ellos ; a pedazos me lo entregan y dicen que me aman, desean ser santos mas no dejan que Yo ocupe todo, que Yo sea el que los santifique a mi manera. Los limpios de corazón, que son hermoseados por la pureza, por la candidez, en esa limpieza Yo me extasío, como en el Corazón de María.


BIENAVENTURADOS LOS PACIFICOS.

Bienaventurados lo pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Deben entender las almas que desean  tener esa paz que sólo el hombre pacífico puede tener, porque es tan grande la unión de esa alma Conmigo que todo lo contempla según Mi criterio, así con esa dulzura, con ese deseo de estar viviendo con todos en el amor, en la armonía, en esa unión por la cual Yo he venido al mundo.

El hombre pacífico no gusta de las discusiones, es enemigo de la guerra, es dócil, es servicial y esa paz que tiene en su corazón hace que se refleje a los demás, que los contagie de esa paz y además hace que la deseen, por esto su semejanza a Mi es mayor y se distinguen porque así proclaman con su imagen que son los verdaderos hijos de Dios.

El hombre violento, claridoso, enojón, no puede darme a los demás, porque es todo lo contrario de Mi Imagen.

Sean pacientes, conscientes, amables, bondadosos, misericordiosos como vuestro Padre celestial  lo es. Dichosos son los que practican la mansedumbre, porque ellos no se escandalizan y son fáciles de esta unión íntima con Mi Corazón. Hombres pacíficos que con mi gracia alcanzan la gracia plena de la santidad. Estar junto a un alma que gusta de lo espiritual, de lo divino, por esto son llamados mis hijos. María con su amor, candidez y bondad es bienaventurada porque Ella supo lo que es la entrega total, porque supo esconder su Yo para que Yo pudiera nacer, para así ser digna de ser Hija y Madre del Hijo de Dios. Y Mi Padre les dijo : este es Mi Hijo muy amado en quien tengo mis complacencias.


BIENAVENTURADOS LOS QUE SUFREN PERSECUCION POR CAUSA DE LA JUSTICIA PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.

Los amo tanto que con Mi vida les conquisté el cielo y por la Cruz llegó esa gracia. Es por esto que la cumbre en vuestras vidas sólo llegará por la cruz y esa cruz para cada uno en su vida significa esa persecución , algunos la viven como Yo, siendo perseguidos, difamados, golpeados, aborrecidos por los que no conocen la Verdad y porque la verdad les estorba le hacen la guerra.

Todos los días la cruz se hace presente y Yo les digo deben aprovechar todo lo que significa sacrificio, abnegación, renuncia a todo aquello que les va a estorbar para llegar a esa santidad, la santidad es para todos, porque Mi Vida, Mi Sangre tienen ese valor, que unidos a la divinidad, ustedes se hacen merecedores de ser herederos de Mi Gloria. Cuando esa entrega llega al martirio, al ofrecimiento de sus vidas, derramando su sangre en Mi Nombre, ese mérito es mayor en cuanto los designios de Dios, mas también esta bienaventuranza la alcanzan aquellos perseguidos y difamados a causa de Mi Nombre, entonces debéis de brincar de alegría y gozo por esa semejanza al Hijo de Dios, porque seréis dignos de poseer Mi Reino, porque vuestros nombres están escritos en Mi Libro y esa recompensa, nada ni nadie se las arrebatará.

Esta bienaventuranza os habla de la santidad, de esa entrega total, del amor que inflama y arrebata el alma para ser uno solo Conmigo, con el Padre y Espíritu Santo que ha inflamado vuestro corazón del fuego ardiente, para esa entrega verdaderamente sincera, para que en esa alma sea esa unión tal que alcanzando la cruz unida a mi sea crucificada con mis mismos clavos de amor por los cuales, sujetado a la Cruz, gozando de la entrega por la Salvación.

La cumbre sólo se conquista cargando la Cruz, no a fuerzas, sino por amor.

María al pie de la Cruz, estaba llorando, mas sentía los clavos que me traspasaban y Ella gozaba en lo profundo de su Corazón , porque sentía Ella que la Redención llegaba para esos hijos que comenzarían ese calvario, más ya unidos a la Verdad, al Perdón, a la Salvación

Venid benditos de Mi Padre a Mi Reino os digo a todos aquellos  bienaventurados que supieron conocer al Amor y que lo vivieron dándolo a los demás.