"Me dejáis
esperando".
Hijita Mía: Tú corazón es
embriagado de este Mi Amor que abrasa y que es fuego ardentísimo, este amor que
es alegría y mezcla de dolor; Así debe ser, alegría y dolor, que Yo os amo
intensamente. Tu sabes que al visitar a la enferma, a Mí me visitaron y disteis
fortaleza, aliento para el dolor; en verdad os digo, que siempre que hagáis
estas obras de caridad, lo hagáis en Mi nombre.
Anda, que Yo soy Amor y
Misericordia, Yo soy el amor de los amores y Mi Corazón desea reinar en todos y
cada uno de ustedes.
Ya no me hagáis esperar, que
siento que Mi Corazón se despedaza al ver que me dejáis esperando, como
limosnero en la puerta; amáis a vuestros amigos, a todos vuestros parientes, mas
a Mí me dejáis con lágrimas en los ojos, extendiendo Mis brazos y Mi Corazón
palpitando de amor y mi dolor crece al ver el desdén, el olvido y el poco
interés que tenéis por este corazón, que está herido de amor y como un enamorado
os persigue e insiste en ser correspondido.
¡Cuán pocos son los que aceptan
Mi Cruz, porque es pesada, según ellos! Mas os digo, si lo hiciereis con este
amor, que Yo tengo en Mi Corazón, Mi yugo sería fácil, no os pesaría tanto
vuestra cruz, la llevaríais con alegría y amor. ¿Porqué, amados Míos, no
volteáis vuestros ojos para ver Mi rostro que está bañado en sangre y que os
mira con dulzura y con amor infinito?, ¿Porqué preferís el camino torcido y no
el Mío?, ¿Qué no os dais cuenta que sólo la cruz es el camino?, Ved bien, daos
cuenta que es la luz, que es la verdad.
Mi amor es paz, debéis tener
confianza en Mi Amante Corazón, es Dios el que os lo dice que debéis tener oídos
a Mi Evangelio, que debéis conocerme más, que os empapéis de Mí, que es urgente
que seamos ya uno como lo es Mi Padre conmigo. Os doy Mi Corazón, y.. ¿Cómo lo
recibís?, Con desconfianza, con frialdad, con temor. No Hijitos, no hermanos,
venid a Mí, os digo, que aquí estoy con Mis brazos abiertos, que en Mi
encontraréis la verdadera felicidad, que son muchos los que ni viendo se me
quieren entregar con amor, totalmente, completamente, no a medias, sino enteros,
así Yo los quiero.
Yo los bendigo y Mi Madre que
está a vuestro lado cuidándolos como a sus pequeños, como puede cuidar sólo una
madre amorosísima, que con ternura cuidaría a sus Hijos. Amadla y
ensalzadla.
Estando en
oración
6 de abril de 1978, 9:00
p.m.
Sagrado Corazón de
Jesús.
Siervos del Divino
Amor