"Cuando comulgamos el Cuerpo y Sangre de Cristo".
En Verdad Yo te digo alma mía, que me he dado a ti en Cuerpo, sangre, alma y divinidad y es tanto mi Amor que me uno a ti por eso sólo Yo en ti y tu en Mi, para que así ya no seas tu sino Yo.
Dichosa alma que te alimentas con la sangre y carne de todo un Dios porque óyelo bien ni los ángeles tienen esta dicha.
Fiesta debe de tener tu corazón porque siendo uno conmigo lo eres con Mi Padre y el Espíritu Santo así recibes tu en tu corazón el cielo mismo porque donde Yo estoy, está María y los ángeles que adoran a tan grande Majestad.
Eres mía porque así fue Mi deseo, desde el Cielo Yo te escogí para que me dieras Gloria y esta Gloria sea para toda la Iglesia; esposa santa a la cual Yo le he dado todas las fuentes de santidad por medio de los Sacramentos, alma mía sigue recibiéndome que tú estas en Mi y Yo en ti.
Siervos del Divino Amor os he dado mi Corazón para que en Él viváis y para que en Él estén en el Cielo abrazando la Cruz.
Yo les bendigo y les digo Santos os deseo, María sea vuestra fortaleza.
1998 Junio 11, 1:25 P.M.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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