miércoles, 24 de febrero de 2016

LIBRO 1 No. 44 ABANDONO

  
“Abandono”.
 


 

Hijitos el abandono es desaparecer, es confiar, es estar ciertos, saben que el arquitecto, el escultor, siempre buscará el levantar algo desde los cimientos, desde la nada. El escultor escoge un material accesible, con el cual se podrá plasmar la forma de alguien o de algo. Si el material no se presta, no se logrará lo que él tenía en mente realizar.

Por esto hijitos, este abandono en las almas, para que sean santos, tienen que parecerse al que los modela y este arquitecto y este escultor soy Yo, el cual trata siempre de que se parezcan en el Amor y ¿ Cómo lograr esto, cuando esa alma no se somete, sobre todo que no confía, todo su ser material como espiritual?

Muchos dicen que me aman y dicen amar a sus hermanos y no los aman con Mi Amor, sino que lo hacen como los humanos, sin darse por completo y desean, dicen muchos, ser santos a su manera, sin cargar su cruz, ni siguiendo mis pasos, por eso están lejos de ser santos, Yo los deseo santificar primero: negándose a sí mismos, dejándose conducir por Mí.

Yo le he dejado la libertad, porque no deseo que ninguno se sienta forzado, que todo sea convencidos y por amor, con alegría.

El abandono es hacerse pequeño, como niños que saben que su padre los ama y cuida, que ese Padre sólo vuestro bien desea, que ese Padre es su Creador, que ese Padre los tiene en su mente desde la eternidad, que ese Padre pronunció su nombre desde antes que existieran todas las cosas creadas en el infinito, antes de los astros, antes de lo que contemplan sus ojos en el cielo, en la tierra y en el mar, con todos los ángeles, tronos y dominaciones, Yo ya los conocía.

Por eso Yo les digo que el que en Mí confía, nada le falta, nada le puede asustar.

Por eso Yo les digo abandónense como el más pequeño de todos para que viendo Yo esa pequeñez los tome, los estreche en Mi Corazón.

Saben por esto que el que recibe a uno de estos pequeños en Mi Nombre, a Mi me recibe, no sólo a los pequeños de tamaño, sino también a los pobres, a los enfermos a los tristes, a los que no conocen Mi Amor, a los que no saben que Yo existo, a los drogados, prostitutas y a los criminales, a todos aquellos que están faltos del conocimiento de Mi Amor.

Yo les pido ese abandono, esa fe, esa vida de entrega total, para que Yo los transforme, los santifique y por ese abandono sean semejantes a Mi Corazón.

María es ese ejemplo en amar Mi Voluntad.


3 de Julio de 1999, 7:05 p.m.
Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor

miércoles, 17 de febrero de 2016

LIBRO 1 No. 43 FIDELIDAD

 

FIDELIDAD




Saben que para perseverar en el camino de la perfección, son varias cosas que seguir y tratar de cumplir, no sólo por el hecho de que sean necesarias, sino que sin ellas no es posible avanzar en la vida en sus aspectos materiales y sobre todo espirituales.

Cuando un alma está ya en el camino de la verdad y está dispuesta a afrontar todo lo que se le presentará en él, lo primero será la oración, para pedir el auxilio, para que en todas las pruebas no se sienta desfallecer y sintiéndose sola no siga adelante por sus limitaciones humanas y así reforzada y auxiliada con lo divino pueda ser fiel a sus propósitos, como a todo aquello que será necesario en ese seguimiento. Vive antes que nada el practicar la humildad, el desaparecer y dejar que sea conducida por lo que más le convendrá para hacer el bien, sin dejar de sentir esa felicidad de ser útil haciendo el bien para dar Gloria a Dios.

La fidelidad cuesta porque en ella se practican varias virtudes: el esfuerzo, la paciencia, la mansedumbre, pero sobre todo el Amor.

Y así puedan ser fieles a su Creador, a los de su alrededor y a sí mismos, porque los que sean fieles a Mi Amor son los que alcanzarán la Victoria que Yo les conquisté, no sólo con el deseo de Mi Corazón en ese Amor, sino también con Mi Vida, Mi ejemplo, Mi Sangre, por esta fidelidad, amando siempre y haciendo la Voluntad de Mi Padre que está en los cielos.

Yo soy Amor y por esto soy fiel en el Amor hacia ustedes y a cada uno.

Yo les bendigo, saben bien que María es la Madre, la Hija, la Esposa fiel y por esto ha alcanzado ser Ella, ejemplo de esa fidelidad.

Sagrado Corazón de Jesús
2 de Julio de 1999

Siervos del Divino Amor

miércoles, 10 de febrero de 2016

LIBRO No. 1 42 EL CIELO

  
EL CIELO



 
Hijitos el Cielo soy Yo, como lo dijo el Padre Francisco, y es que el que me conoce me sigue en el amor, ese está viviendo el Cielo en la tierra con esa intimidad divina.

Yo les digo: gozar ya del cielo eternamente es estar en Mi presencia y conocer ya sin velos toda mi divinidad, gozando de esa felicidad incomparable, porque ese gozo, ya nada ni nadie les podrá arrebatar, con la presencia plena del Padre, del Hijo y el Espíritu, que es la Trinidad en Sí, por esto aquellos espíritus creados para adorar en cada momento y servir al Dios único y verdadero no se sienten dignos de esta presencia y todos los que llegan a esta gracia de contemplar el esplendor Divino, el Amor mismo, se llenan de todo aquello que mana de El para todos, porque siendo todos uno en el Amor se convierten en esa Luz inaccesible, el tiempo no se cuenta y están en gozo constante y jamás se separan de esa dicha eterna, con esa unión de los santos del cielo como los de la tierra y aquellos que purgando sus culpas llegan a esa unión siendo uno sólo. Y el gozo que tiene el Padre, que tiene el Hijo y el Espíritu santo, lo tienen aquellos bienaventurados que han llegado a esa perfección.

Para que se den cuenta de ello aquí los que aún viven, Yo les digo: vean la paz, vean la alegría, la caridad, la paciencia y la fe de una alma que está ya gozando desde la tierra de esta unión, porque ellos ya tienen esa unión, siendo uno sólo en el Amor.

María Mi Madre fue un alma predilecta, que Ella fue la primera en gozar ese cielo en esta unión perfecta, ya sintiendo en su Corazón el palpitar del Mío, pues cuanto Yo más crecía en ese Vientre, más Ella me sentía y presentía esa beatitud.

Yo les bendigo. Yo les estoy esperando y es verdad que Yo soy el más interesado en que todos gocen de esta alegría y gozo de esta unión para siempre, y los espero con los brazos abiertos a cada uno, y es gran pena cuando un alma se pierde y no goza para lo que Yo le di la vida. Para ser Santos Yo se las di.

Sagrado Corazón de Jesús
30 de Junio de 1999
Siervos del Divino Amor

jueves, 4 de febrero de 2016

LIBRO 1 No. 41 LA SANTIDAD

  
LA SANTIDAD
 



Hablar de la Santidad, es hablar de lo que es vuestro Padre Celestial. ¡Cuantas veces os he invitado a esta perfección!, pensar que si no lo pudierais, no lo pediría. Porque en verdad Yo os digo: para ser Santos os he dado la vida, venid a Mi todos los atribulados, los cansados, los desolados, los tristes y afligidos, los enfermos, que Yo tomaré vuestro yugo, mas os digo, todo esto lo permito para vuestra santificación.
Yo se que sois humanos y en verdad Yo les aseguro que como Padre Amoroso y Bueno, no os trato como merecen. ¿Qué os detiene para venir a mí?.

Cuantas cosas ponen de antemano, como si vuestro deseo estuviera del otro lado del río, y caminaran contra la corriente, que os dejáis arrastrar al lado contrario, sin pensar que a Mí me tienen.

El que a Mi me tiene nada teme y nada le faltará, porque Yo lo Soy todo; el que duda cae y tropieza, por esto os sucede todo esto, hombres de poca fe.

Sois Míos y si lo sois, nada os debe espantar y con la seguridad propia de aquél que está cierto de depender de Mi que todo lo puedo, no estaríais angustiados, ni tristes. Yo Soy la Vida y la Vida de Amor de Felicidad. ¿Queréis ser Santos? Que nada os detenga para llegar a serlo. El reto es grande, mas mayor es la victoria.

Yo los invito constantemente a esta Santidad, todos los días os doy la oportunidad para que alcancen méritos para esa Santidad y cuantos los desperdician y los ignoran o le huyen, porque creen que no soportarán y no se dan cuenta que Yo estoy a vuestro lado y que por si solos no lo lograrán.

Dejen que Yo los Santifique a Mi manera, tenéis a María, los ángeles y santos y sobre todo los Sacramentos para llegar a esa Santidad, por la cual os di la vida.

Sagrado Corazón de Jesús
17 de Febrero de 1996.
Siervos del Divino Amor